Juan Ramón Vargas (Valemón)
Si alguin tiene una foto de Valemón que por favor nos la haga llegar para publicarla.
Juan Ramón Vargas, conocido como Valemón, tenía una vida sencilla y apacible. Su popularidad se debía a que se enamoraba de todas las mujeres pero nunca se les declaraba; les cantaba y le recitaba poesías, pero nada más.
Padecía de insomnio y se lo achacaba a que le hacía falta una mujer, según lo relata el Lic. Aurelio Vicente en su libro Padre Las Casas […]
Su trabajo consistía en vender ropa por las casas; las llevaba en una funda y ofrecía su “venturria”. Así le llamaba a su venta. La mercancía consistía especialmente en lencería, aunque incluía de todo lo demás. Puede considerarse que Valemón fue un pionero en la venta de ropa por las calles y a domicilio en Padre Las Casas.
Como era una persona sin malicia e inocente lo engañaban fácilmente en cuanto al uso de medicamentos. Una anécdota contada por doña Elisea Parra (y ampliada o modificada por otros), pero que en esencia sigue siendo igual dice:
“Valemón pasaba muchas noches sin dormir, y eso ocurría muy seguido, y cuando eso pasaba comenzaba a llamar a todas las doñas de su barrio para que le dieran alguna medicina. Así voceaba a todo pulmón y en la quietud de la noche 'Arcadia, Paula, Mercedes, Palmira (todas e.p.d.)', como nadie le contestaba entonces decía: 'todo el mundo duerme menos Valemón'. Una de esas desveladas lo escucha Busú (hijo de Paula), y le pregunta que qué le pasa y Valemón le cuenta su problema. Entonces Busú le dice, 'espere que le voy a traer una pastillita que lo va a hacer dormir', y le trae dos granitos de guandules secos. Valemón se los toma y cae rendido del sueño hasta el otro día tarde. De ahí en lo adelante ya todos conocían el truquito para hacer que Valemón se durmiera, ¡y él feliz con su medicina milagrosa!”
A falta de foto he aquí más o menos una descripción de Valemón:
Persona delgadita y de color indio claro, de aproximadamente 5' 2", de caminar lento y un poco inclinado hacia adelante, cabeza redonda y pequeña con un corte de pelo muy bajito, de habla un poco fañosa(o de pronunciación nasal).
Por sus enamoramientos platónicos, su ingenuidad y sencillez, por su venturria, y su "pastilla milagrosa", Valemón es parte de nuestro folclore.
